Y entonces dijo su amigo:
- ¡Si quieres puedes irte de vacaciones!
Y contestó el cisne:
- ¡Claro! ¡Me iré a un río de vacaciones!
Entonces el cisne se fue a un río y allí se quedó para siempre.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Raquel García Jiménez
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