BINOMIO FANTÁSTICO DE RODARI

El Binomio Fantástico es una técnica de Gianni Rodari para escribir cuentos fantásticos. Con dos palabras elegidas al azar se debe escribir una historia. Esas dos palabras deben ser lo más diferentes posible, por eso se eligen al azar o por sorteo. 
En nuestro primer BINOMIO FANTÁSTICO 
las palabras elegidas por sorteo fueron: 
ARMARIO y CULEBRA.
Estos han sido los cuentos que hemos escrito:

CARLOS Y EL ARMARIO
Érase una vez unos niños y uno de ellos se llamaba Carlos.
Vivían en un pueblo muy pequeño. 
Un día paseando encontraron un castillo.
Entraron en el castillo y dijo Carlos:
- ¡Jugamos al escondite!
Y empezaron a jugar. Se la quedaba Carlos y cuando llegó arriba del todo encontró un armario enorme. Había una nota que ponía: "Si quieres abrir el armario ve a una isla, cava en una X y encontrarás una llave".
Carlos se lo contó  a sus amigos y fueron a la isla.
Volvieron al castillo, abrieron el armario y había un cofre. Y dentro del cofre había una culebra buena y se la quedaron de mascota.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Victoria

EL LOBO Y LA PRINCESA
Una mañana fría una niña llamó a la puerta de un gran castillo y abrió un príncipe. La niña preguntó:
- ¿Puedo quedarme a dormir una noche?
- Claro, entra -dijo el príncipe.
- ¡Aaaaaah! ¡Qué asco! ¡Una culebra! -gritó la niña.
- ¿Qué? ¿Dónde? -dijo el príncipe.
- Perdón, era una ........una hoja -dijo la niña.
- ¡Ah, vale! -dijo el príncipe.
Poco después, la niña y el príncipe se acostaron. La niña en la habitación de la derecha y el príncipe en la habitación de la izquierda del pasillo.
Al día siguiente, el príncipe se presentó y dijo:
- ¿Cómo te llamas?
- Aurora, ¿y tú? -dijo Aurora (la niña).
- Yo me llamo Roberto -dijo Roberto (el prínicpe).
Pero Roberto no sabía que Aurora era una princesa, pues lo era. Sus padres murieron porque unos hombres los mataron, pero no mataron ni a los abuelos, ni a los tíos y ellos mataron a los invasores. Pero volvieron otros y mataron a los tíos. El abuelo y la abuela le dijeron que escapara y escapó. Pero se quedó en la puerta y vio cómo morían sus abuelos. Cuando mataron a los abuelos, la niña se fue llorando y los invasores se fueron y así llegó al castillo y llamó a la puerta.
A la mañana siguiente, Roberto se convirtió en lobo, no un lobo cualquiera, sino un lobo grande, tanto que despertó a Aurora y fueron al bosque y Aurora sobre el lobo fueron corriendo por el bosque. Al correr al lado de un arroyo, vieron que en el arroyo había un armario grande de esos que hablaba y decía:
- ¡Socorro! ¡Socorro!
No paraba de decir eso. Aurora llevó al lobo, bueno le dijo por donde ir para llegar a la casa de Nieves una aliga suya.
Cuando llegaron a la casa de Nieves, su madre les dio galletas recién hechas y chocolate calentito. Cuando llegó la noche, Roberto (el príncipe, el lobo) se acostó al lado de la cama de Aurora y Aurora durmió en el cuarto de Nieves y Nieves en su cuarto. Aunque antes de eso, Nieves le abrió el armario y le prestó un pijama suyo.
Al día siguiente, Roberto, Aurora y Nieves salieron a por frutas y al hacer el recorrido de vuelta a su casa vieron una culebra de las grandes y se pusieron a darle con los palos. Al final la mataron. Cuando llegaron a casa, Roberto se convirtió otra vez en hombre y Úrsula, la madre de Nieves, se casó con Roberto y en el fin de semana se iban al castillo de Roberto, pero ahora era de los cuatro.
Alba

LA CULEBRA EN EL ARMARIO
Érase una vez un prícioe que se llamaba Óscar. 
Vivía en un castillo mágico. Todo lo que había ahí era mágico, pero lo más mágico que había era un armario, peroooo no un armario mágico normal, nooooo, sino un armario lleno de animales: tortugas, leones, culebras, ... Pero el príncipe Óscar no lo sabía. Después, el príncipe se fue a ducharse yyyyy aparecieron todos los animales y Óscar dijo:
- ¡Pe, pe, pe, pero que hacen aquí todos estos animales! ¡Ah, ah, ah, ah, aaah, culebras! ¡Socorro! ¡Socorro!
Entonces el príncipe se fue de su castillo mágico y se fue a otro sitio, a una csa normal y corriente, tranquila y sin magia. Y ese castillo se quedó solo, con polvo, sucio y con telarañas.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Mónica

LA PANDILLA
Érase una vez una pandilla.
Vivían en una casa.
Se llamaban Álvaro, Alexánder, Francisco y Manuel.
Una vez vieron una casa abandonada. Entraron, abrieron un armario y .....
- ¡Ay! -gritó Alexánder.
Entonces Álvaro y los demás fueron allí. Álvaro vio que eran culebras y las mató.
Se lo contaron a todos, pero nadie les creía.
Al final, la pandilla cogió las culebras y se las enseñaron a todos y ya se lo creían.
Y colorín, colorado este bichoso cuento se ha acabado.
Álvaro

LA PUERTA SECRETA
La historia que os voy a contar sucedió un 4 de enero de 2002, justamente el día que yo nací. Ese día fue un día soleado y tranquilo. 
Mi padre me contó una historia titulada "La puerta secreta".
Bueno, os la voy a contar.
Un día a las 4 y cuarto estaban jugando 4 niños al béisbol en su propio jardín. El más grande de sus hermanos se llamaba José. Su hermana y sus dos hermanos se quedaron impresionados cuando tiró. Pero rompió la ventana y le dijo su mamá:
- Ten más cuidado.
Y dijo José:
- Perdona.
Así que se pusieron a jugar al escondite dentro de la casa. Su hermana pequeña, Paula, se escondió dentro de un armario. de pronto se encontró un caballo blanco y llamó a sus hermanos José, Marco Antonio y Manuel. Y dijo Paula:
- Mirad, un caballo blanco y además habla.
Y dijo manuel:
- ¡Guay!
Se montaron todos y los llevó a un mundo mágico. Se hicieron amigos de un león llamado Álvaro. Pero de pronto vino una culebra gigante. Se llevó a Álvaro. Cogieron espadas y lucharon con la culebra y vencieron. Y al final,  antes de irse, la culebra les pidió perdón. Y todos los días jugaban un ratito.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Pepe

EL ARMARIO Y LA CULEBRA
Mi abuelo tenía una preciosa chimenea y cuando llega el invierno enciende la candela para calentarnos del frío invierno y para eso necesita leña. Entonces todo el verano va a buscar leña y la guarda en un garaje. En su garaje tiene un armario viejo donde guarda sus herramientas. 
Un día, cogiendo leña en el garaje conmigo encontramos una culebra. Yo me fui a buscar un garrote de hierro y me fui luego al garaje a matar a la culebra. Cuando llegué la maté. Luego fui dentro de la casa y estaba la abuela esperándome con un vaso de colacao y un bocadillo.
Y colorín, colorado mi abuela se ha asustado. Es real, no engaño.
Marcos

EL NIÑO Y LA CULEBRA
Érase una vez un niño que se llamaba Jorge.
Vivía en una casa.
Esta casa estaba en el campo.
Allí, el niño era muy feliz, porque había muchos animales y jugaba con ellos.
Un día, al levantarse por la mañana para ir a la escuela, abrió el armario de su habitación para coger la ropa y vestirse. Se encontró por sorpresa una culebra. Al principio le dio miedo, pero al ver que la culebra no se movía la cogió y la puso en la cama. Entonces, ella empezó a volverse alrededor del niño y el niño se dio cuenta que la culebra quería jugar con él.
Al final se hicieron amigos y siempre estaban juntos.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Araceli


EL DUENDE VS Y EL HADA
Érase una vez un duende. era muy bajito y gordo. Su cabello era dorado como el oro y sus ojos azules como el mar. Era muy mentiroso, malvado, vago y muy ambicioso. Se llamaba Saltarín Chín Pín. 
Vivía en una casa diminuta, dentro de un bosque donde todos no paraba de saltar.
Un día se encontró con un hada y le dijo:
- ¿Cómo te llamas? ¿Qué haces aquí?
- Soy Bera, yo vivo en un bosque mágico y estoy aquí porque me he perdido. ¿Quieres ser mi amigo?
- ¡No!
Y entonces Saltarín Chín Pín entró en su casita.
Y entonces el hada dijo:
- Vaya antipático, le haré un hechizo para castigarlo un mes. 
"Magia viene, magia va,
que mi hechizo se haga realidad".
Entonces el hada pensó y dijo:
- ¡Ya sé lo que haré!
El hada hizo el hechizo.
El duende estaba en su casa con su pez saltador y de repente sonó el teléfono "riiiiin, riiiin".
- ¿Quién es?
- Soy del concurso de saltos, necesitamos que venga para que le entreguemos un premio -imitó el hada.
- Si ya, bueno ahora voy.
El hada miraba desde la ventana y dijo:
- Ahora llega el momento de ver todo.
Entonces el duende se duchó, se lavó los dientes, ....
- Ahora me voy a vestir con mi mejor ropa.
Entonces cuando el duende abrió el armario ......
......¡Salieron un montón de culebras!
Y entonces el duende empezó a correr por toda la casa, pero una culebra lo cogió y lo encerró en el armario.
Así fue como el duende aprendió la lección de ser más simpático con todos.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Lucía

EL ARMARIO Y LA CULEBRA
Érase una vez un niño llamado Antonio que se fue a su cuarto para vestirse porque se iba a una fiesta. Cuando abrió el armario se encontró una culebra y el niño dijo:
- ¡Vaya una culebra! ¡Qué guay!
Entonces el niño pensó que no iba a ir a la fiesta y se iba a quedar con la culebra. 
Al rato, Antonio metió la culebra en el armario y se fue a su madre a decirle si podía tener un animalito y él pensó que se podía quedar con la culebra.
Por la noche, Antonio estaba durmiendo y la culebra se metió en el armario.
Al día siguiente, Antonio buscó a la culebra en todos sitios hasta en el armario. Y entonces pensó:
- ¿Será una culebra mágica?.
Y dijo:
- ¡Claro eso es!
Al rato vuelve a mirar en el armario y ve a la culebra.
Al final Antonio se queda con la culebra y fue a todos los sitios que fue la culebra.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Raquel

EL ARMARIO MISTERIOSO
Érase una vez un campesino que se encontró una llave en el interior de un bosque. El campesino empezó a abrir todas las puertas, hasta que vio que en el interior del bosque había un armario. En ese armario se encontraban: mariposas, pájaros, ... ¡y una culebra que hablaba y que te decía todo en verdadero,  como un diccionario!
Y el campesino abrió el armario y se encontró todo eso que os dije hace un ratito pequeño. Pues eso le pasó al campesino.
Los animales se alegraron mucho de salir, porque estaban encerrados mucho tiempo.
Así el campesino descubrió lo que guardaba la llave.
¡Y nombraron Alcalde al campesino! ¡Qué guapo!
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Miranda

EL NIÑO Y LA CULEBRA
Érase una vez un niño que vivía en una casa en el bosque y un día paseando por el bosque se encontró una culebra. Se puso a hablar con la culebra y le contó que tenía un armario que no podía abrir y la culebra fue a verlo. Se metió por el agujero y pudo abrir por la cerradura. El niño se puso muy contento. Le dio las gracias y se hicieron amigos.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Manuel

EN EL ARMARIO
Érase una vez un niño que se levantó por la mañana. Iba a un cumpleaños. Fue a la ducha, se duchó, se secó, se secó el pelo y fue a su armario para vestirse.Total que abre el armario y cuando lo abre se encuentra ¡una culebra! y se asustó mucho. El niño le dijo a su madre:
- ¡Mamá, mamá, en mi armario hay una culebra!
Su madre fue a ver y dijo su madre:
- ¿Dónde está la culebra?
Y a la madre le daban miedo las culebras y cuando la vio se subió a la mesa.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado y el niño fue al cumpleaños.
Nerea

EL ARMARIO MÁGICO Y LA CULEBRA
Érase una vez un palacio muy bonito.
En el palacio había un hermoso armario mágico.
En el armario había tres culebras.
Cuando llegó el hermoso príncipe ya se había muerto la princesa Yesilinda.
Entonces salió la culebra del armario y le mordió a la princesa. Y luego sobrevivió. Y se casó con el príncipe.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Alexánder


LA AVENTURA DE ÁLVARO, MANU Y MARQUITOS
Érase una vez tres niños llamados Marquitos, Manu y Álvaro. Oyeron un grito. Una culebra-monstruo tenía un armario secreto. Los niños fueron al castillo, pero había muchas culebras y a los niños les daban miedo. 
El monstruo los cogió, se los llevó a su casa.
Se escaparon y con todas las llaves que cogieron abrieron el armario y salieron ¡monedas de oro y joyas!
Lo repartieron entre el pueblo.
El monstruo no pudo hacer nada y se fue del pueblo para siempre.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Marquitos

EL NIÑO, LA CULEBRA Y EL ARMARIO
Érase una vez un niño que tenía dos amigos llamados Álvaro y Manuel.
Un día fueron a jugar al escondite.
Se encontraron un castillo. En ese castillo vivía un gigante. Como el gigante se dejó la puerta abierta, los niños entraron en el castillo. Encima de una mesa había una llave de oro. Los niños la cogieron y se preguntaron:
- ¿De dónde será esta llave?
Los niños miraron por todos lados. Al final encontraron de donde era la llave. Era de un armario. Lo abrieron. Del armario salieron animales de todas clases hasta culebras. Los niños dejaron libres a los animales. Los animales se lo agradecieron.
Cuando volvió el gigante y se encontró que todos los animales se habian escapado por el bosque se fue a otro pueblo y a  otro castillo.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Miguel

LA PANDILLA DE HERMANOS
Una vez Fran, Pepe y Miguel, los tres hermanos, fueron a comprar y se encontraron una culebra que mataba. De pronto persiguió a Fran y sus dos hermanos fueron a ayudarle y Pepe se encontró a Lucía, Alba y Victoria y les dijo Pepe:
- Tener cuidado que hay una culebra que mata. 
Entonces Alba y Victoria fueron a esconderse en el armario.
Fran se libró de la culebra porque Pepe y Miguel fueron a ayudarle.
Esa culebra la construyeron Rafa Y Alexánder. Era un robot.
Al final los tres hermanos mataron a la culebra.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Francisco