EL DÍA DE COLOR CELESTE Y LOS MURCIÉLAGOS

Érase una vez en un pueblo muy lejano. La gente del pueblo eran muy simpáticas y les encantaba que el cielo fuera amarillo.
Pero un día, el cielo amarillo se puso celeste y toda la gente del pueblo empezó a llorar.
Pasó el día y la gente seguía llorando, hasta que un día llegaron murciélagos y....¡qué casualidad!, a la gente del pueblo les encantaban los murciélagos y el cielo volvió a ser amarillo. La gente dejó de llorar.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Victoria Margarita García de Janón

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