Un día se le perdió y dijo:
- ¿Y mi zapato? Así no puedo salir, soy el más flojo de mis amigos.
Y empezó a buscarlo y encontró la foto antigua de sus padres y empezó a llorar y dijo:
- Tengo que luchar por mis padres.
Y salió a la calle y dijo un amigo de él:
- Ahí está el tonto.
Y dijo:
- ¿Queréis una pelea?
Y dijo:
- Sí y te voy a ganar.
Y ganó la pelea sin el zapato, y dijo:
- ¡Soy el mejor!
Y al final encontró los zapatos mágicos.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Francisco Torres González
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