Lo que el rey padre no sabe es que Alberto, así se llama el campesino, es un rey.
A Alberto, cuando era un bebé, su tío lo puso en una cesta y lo tiró al mar y lo encontró un campesino al pescar. Desde entonces es un campesino.
Un día el rey de donde vivía Alberto se presentó en su casa y le dijo:
- ¡Alberto, estás aquí! -gritó el rey.
Alberto respondió y le dio un abrazo a su padre y le dijo Alberto:
- Padre me gusta la reina de este reino, pero su padre no sabe que soy un rey.
- Pues dime dónde está el palacio y se lo diré. -Dijo el rey padre.
Fueron al palacio y se lo dijeron al rey y Celestina y Alberto por fin pudieron casarse.
Vivieron felices y tuvieron hijos.
Alba Mª Castilla Martos
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